5/11/2008

A mi profesora




Hipnotizados por el sueño
rotundos caen mis párpados
dejando por delante la noche
y por detrás un día cansado.

Entonces empieza todo
y en el silencio calmado
una a una las ovejas
como nubes van pasando.

Hasta que llega la décima
la que yo estaba esperando
que trae entre su lana un sueño
en un papelito doblado.

En él ventanas relucen
bajo un cielo estrellado
hasta que poco a poco las luces,
lentas, se van apagando.

Mientras yo me despierto
con los ojos deslumbrados
por el sol que reluce
en la ventana del cuarto.
I.S. , 1º ESO