Santander
Llevaba Santander un traje azul y un sombrero amarillo. La ciudad es grande como el mar azul. Había cien ojos o más mirando hacia el mar. Eran cuadrados y transparentes. Pestañeaban sus aleros. Santander cambió y se puso el traje azul oscuro y el sombrero blanco.
Los ojos cerraban sus pestañas para dormir. Había luciérnagas por todos lados y grandes salpicaduras en el cielo, de todos los colores: rosas, rojos, verdes, blancos y hasta morados.
Las luciérnagas se apagaron y Santander se volvió a vestir con su traje azul y su sombrero amarillo.
AMO(1º ESO)
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